El cielo y los centementerios no pueden estar juntos

La lluvia cae sobre mi cabeza... Miro al infinito en la oscuridad de la noche, mientras las lapidas recortan de forma tétrica el horizonte... las almas en pena me miran mientras pasan a través de mi como si fuera humo o aire, transitan, se mueven, conversan, se ríen y celebran que hoy hay un nuevo miembro entre ellos...Bajo la mirada y veo el nombre de quien esta bajo mis pies, la lapida reza así "aquí yace alguien que es mejor olvidar y dejar en el pasado".Las gotas de lluvia roda por mi cara, mi ropa se encuentra toda empapada...

Miro al cielo y es negro como mi alma, las gotas caen sobre mi rostro y mis ojos... algunas de las gotas que llegan a mi boca son saladas, y otras dulces... Estoy solo me encuentro solo yo y lo que me crió toda mi vida el cementerio y sus almas en pena, el cielo se a cerrado para nunca mas abrirse... Hace ya dos meses que no veo ni la luna ni el sol, solo las nubes negras cubren mi cielo...Miro a mi alrededor...todo es lluvia y sombra el cemento llena todo ya no recuerdo el olor de los árboles, tampoco recuerdo el calor del sol ni la luz entrando por mis ojos, solo frió y húmedo cemento para dormir me arrulla por las noches una niña de 8 años, que murió cuando su padre intentaba violarla, su madre viene todo los días a verla y llora toda la tarde mientras abraza la lapida de su desdichada hija, yo me acerco para consolarla, porque siento que se esa manera le devuelvo la mano a su hija quien me arrulla por las noches con sus canciones de cuna, pero sus ojos son una eterna pena y llanto ya que no puede descansar en paz si su madre no descansa junto a ella, mientras me hace dormir mira el reloj de arena de su madre con la esperanza de que su tiempo se agote para poder descansar en paz.

Quiero salir de aquí, pero también me gusta sentir la soledad y el frió de la muerte, la caricia fría de un fantasma que lleva la pena en los ojos y tras ellos, miro al cielo cerrado, mientras algunas almas levitan y se pierden en las nubes negras que se abren solo para el momento en que las almas atraviesan las nubes y son los pocos momentos en que el sol ilumina el lúgubre lugar... Las almas que se van de este lugar solo miran con despecho y sobre el hombro a los que quedamos aquí entre el cemento, la oscuridad y el agua...

Los Ángeles que alguna ves bajaron a este lugar para iluminarlo y darle un poco de vida ya no se interesan y solo miran el lugar como un lugar de muerte y que no vale la pena... Pero bueno es mi mundo y como tal lo debo cuidar y aquel que desee acompañarme bienvenido sea y el resto puede buscar otro lugar...

EL gris no existe, lo blanco y hermoso debe estar en la cima y lo negro y la putrefacción debe estar abajo porque no se pueden mezclar por ley natural... El cielo arriba, los cementerios abajo por lo tanto cada uno en su sitio como la ley de la naturaleza lo dice y no debe romperse.